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Los 10 Impuestos más absurdos del mundo

Impuesto por ser guapo- En Japón el economista Takuro Morinaga propuso aumentar los impuestos a los hombres solteros y físicamente agradables. La propuesta también abarca la reducción del gravamen a los que no son tan agraciados físicamente.

De acuerdo con la propuesta de Morinaga, la población japonesa se dividiría en cuatro categorías: los guapos, los normales, los feos, y claro los muy feos. A los primeros se les duplicaría el pago de ‘taxes’, mientras que a los últimos se les reduciría en un 20%. Un consejo de cinco mujeres, elegidas al azar, sería el encargado de catalogar a los hombres en esas posiciones.

Impuesto por posesión de drogas- Entre 2005 y 2009 el gobierno de Tennessee decidió comenzar a cobrar a las personas por el consumo de sustancias prohibidas, marihuana, cocaína y anfetaminas. Las personas eran permitidas a consumir dichas sustancias, siempre y cuando hubieran pagado un impuesto por ello.

Los ‘taxes’ iban de 200 dólares a tres dólares. Aquellos que consumieran anfetaminas tenían que pagar $200, los que preferían cocaína debían aportar $50, y aquellos que gustaran de la marihuana sólo debían pagar $3. Durante el tiempo que estuvo activa esta medida, el gobierno local recaudó $6 mil millones.

Impuestos por grasas saturadas- Como una medida para prevenir problemas de salud entre su población, el gobierno de Dinamarca anunció en octubre de 2011 el aumento de impuestos a productos como la mantequilla o el aceite.

Autoridades locales determinaron imponer un impuesto al aceite y a la mantequilla de poco más de 16 coronas (alrededor de $2.69). El gobierno justificó esta medida argumentando una lucha contra la obesidad y la oportunidad de mejorar la calidad de vida.

Impuesto por emisión de gases del ganado doméstico- Aquellos dueños de vacas en Irlanda y en Dinamarca estuvieron cerca de tener que pagar un impuesto por las flatulencias que emiten sus animales. El pago que tendrían que hacer era de 13 euros (poco más de $17) por cada uno de los animales que tuvieran.

Las vacas producen grandes cantidades de dióxido de carbono y amoniaco, según lo publicado en Infobae.com esa cifra es muy superior a lo emitido por todos los vehículos de dicho país.

Impuestos a brujas y adivinos- En Bucarest, capital de Rumania, las autoridades determinaron en 2011 que las personas que se dedican a la adivinación y la brujería deberían pagar un impuesto del 16% de todos sus ingresos, además de obligarlos a hacer aportaciones al servicio de salud y jubilación, para así tener acceso a esos servicios.

Mujeres que se dedican a esta actividad se agruparon para manifestar su rechazo, y como protesta lanzaron maldiciones y hechizos contra los mandatarios que apoyaron la medida.

Impuesto por obesidad- En Finlandia no procedió una propuesta para cobrar más impuestos a las personas que padecieran obesidad, esto por considerarla discriminatoria.

La medida contemplaba también cobrarles un porcentaje extra en todos los aspectos relacionados con la salud. Según el gobierno la propuesta pretendía premiar a los ciudadanos “que se mantienen en forma”, y alentar a todos a ejercitarse y cuidar su salud.

Impuestos sobre los sombreros- Según el sitio Yalosabes.com, entre 1784 y 1811, en Reino Unido el gobierno decidió imponer un impuesto en los sombreros de hombre, el cual tenían que pagar tanto las personas que lo vestían, como los que los vendían.

El sitio publicó que las autoridades tuvieron que hacer un listado de los tipos de sombrero y los materiales con los que estos podían ser fabricados.

Impuesto a los inodoros- A partir de 2005, en Maryland, los habitantes deben pagar casi $30 al año por concepto de bajar la palanca de la taza del baño.

Se está estudiando la posibilidad de incrementar dicha cuota, que muchos califican como injusta al tratarse de una necesidad fisiológica.

Impuesto a las ventanas- A finales del siglo XVII el Rey Guillermo III de Inglaterra decidió aplicar un impuesto a todos los dueños de casas con más de seis ventanas, para evitar este ‘tax’ muchos prefirieron tapar cualquier entrada de luz a sus hogares. El dinero sería destinado a pagar los gastos de guerra de aquél país.

Pero ese no fue el único caso de impuestos a las ventanas, en México, el presidente Antonio López de Santa Anna impuso un cobro a puertas y ventanas.

Impuesto por tatuajes- En Arkansas, a partir de 2002, se impuso un impuesto a las personas que decidan hacerse un tatuaje.

La medida establece que los locales que ofrecen servicios de ‘piercings’ y tatuajes deben cobrar 6% más de sus honorarios a los usuarios que quieran hacerse uno.

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